Premios Príncipe de Asturias 2008

Betancourt pide que las FARC acepten el juego democrático de Colombia

La ex dirigente política colombiana y Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2008, Ingrid Betancourt, afirmó hoy que quiere, al igual que todos los colombianos y el mundo entero que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "acepten el juego democrático colombiano, dejen sus armas, dejen el camino del terrorismo, liberen a los secuestrados, y den una oportunidad a los colombianos de construir un país grande".

"Cuando yo fui secuestrada pensaba que la guerrilla de las FARC era una respuesta a un sistema que no funcionada bien. Hoy en día pienso que la guerrilla es un subproducto de ese mismo sistema que no funciona bien", explicó Betancourt su cambio de perspectiva tras más de años de privación de libertad, en rueda de prensa en Oviedo.

Asimismo, sostiene que Colombia está "muy polarizada y con muchos odios y rencores". "Hay un vocabulario político en Colombia muy violento que predispone las armas y los corazones a la violencia física y a más dolor. Todo eso tenemos que cambiarlo y apaciguar los corazones y perdonarnos", dijo.

En este sentido comentó que hace unos meses le entregó al presidente colombiano Álvaro Uribe una carta del Gobierno de las Islas Seychelles ofreciendo su tranquilo país como escenario para el inicio de contactos entre el Ejecutivo de Colombia y las FARC. "Sería bueno", considera Betancourt, para quien es necesario sacar las negociaciones del territorio colombiano.

Además, pidió a la guerrilla que se abra al pueblo de Colombia porque "hay extremismo, intolerancia y rigidez mental en la guerrilla y tiene que evolucionar porque el mundo a cambiado y Colombia no es la que era hace 60 años". "Hoy en día hay una democracia en Colombia por la que se puede apostar", aseveró.

Betancourt también remarcó, ante las críticas vertidas por varios colectivos a su mensaje de diálogo con los terroristas pidiendo su renuncia al galardón, que el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia no debe instrumentalizarse ni politizarse porque invita a ser "tolerantes".

Ingrid Betancourt incidió en los fructífero que fue para ella el encuentro celebrado ayer con 16 niños asturianos de entre 8 y 11 años. "Los niños son fuente de sabiduría", remarcó.

DAR VOZ A QUIENES NO LA TIENEN

Por último, afirmó que no se considera un símbolo aunque sí le gustaría poder "ser la voz de los que no tienen voz". Asimismo, aseguró que le gusta que la identifiquen como símbolo de "algo bueno" porque durante su cautiverio era "símbolo de todo lo malo" porque simbolizaba todo contra lo que estaban las FARC.

"Cuando estaba secuestrada en la guerrilla yo era símbolo de todo lo malo, era símbolo de una clase social que ellos detestaban, era símbolo de una ideología que ellos odiaban, era símbolo de una religión que ellos repudiaban, y era símbolo de un género que ellos, simplemente, desprecian", incidió Betancourt, por lo que se siente feliz y agradecida "de poder ser el símbolo de algo bueno".

Europa Press