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Cruz Roja dedicará el importe del premio «Príncipe» a paliar «conflictos olvidados»
Los vicepresidentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja, Jaslin Salmon y Olivier Vodoz, se abrazan / Nacho Orejas
Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional

Cruz Roja dedicará el importe del premio «Príncipe» a paliar «conflictos olvidados»

Olivier Vodoz y Jaslin Salmon advierten de que la actual crisis económica genera en Europa «tensiones que están empezando a ser insoportables»

Viernes 26 de Octubre de 2012
Oviedo, Pablo GALLEGO

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja dedicará los 50.000 euros del premio «Príncipe de Asturias» de Cooperación Internacional, que hoy recogerán en el teatro Campoamor de Oviedo, a paliar «conflictos olvidados». Dramas «silenciosos», según los calificaron los vicepresidentes del Comité Internacional de la Cruz Roja, Olivier Vodoz, y de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Jaslin Salmon, de los que apenas nadie habla. Catástrofes que, por desconocidas, no atraen la respuesta solidaria mundial, y carecen por tanto de la financiación necesaria para tratar de solucionarlas. «Este premio servirá justamente para sacar adelante programas que no están financiados, donde no ha habido ese impulso de solidaridad», afirmó Vodoz. «Agradecemos su confianza, y tengan por seguro que utilizaremos estos fondos de la mejor manera posible», apostilló Salmon. Un abrazo selló el compromiso de solidaridad firmado en Oviedo con quienes carecen de los medios necesarios para sostener su existencia.

Los vicepresidentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja -suizo uno, jamaicano el otro-, comparecieron ante los medios en representación de sus respectivos superiores, que tenían previsto llegar a la capital asturiana a lo largo de la noche de ayer y en la mañana de hoy. Serán el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer, y el presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Tadateru Konoé, quienes recojan el galardón de manos del Príncipe de Asturias. Junto a ellos estarán la presidenta de Cruz Roja en Asturias, Celia Fernández, y Amal Eman, voluntaria en Egipto.

Frente a cámaras fotográficas y de televisión, y conectados a través de internet a una audiencia potencialmente millonaria, Salmon y Vodoz explicaron que esos «conflictos silenciosos» pueden encontrarse «casi en cualquier país» de la Tierra. «Son pequeños terremotos, inundaciones, corrimientos de tierra», continuó Salmon, «de los que el mundo no oye hablar, pero de los que nosotros sí tenemos conocimiento porque tenemos personas in situ, nuestros voluntarios». «Ellos son quienes tienen la responsabilidad de servir y ayudarles», aseveró.

El ejemplo, apunta Vodoz, es la República de Malí. Allí, en el séptimo país más extenso de África, al sur de Argelia y con unos 12 millones de habitantes, la Cruz Roja tiene una de sus «grandes operaciones», explica el vicepresidente. Castigado por sequías que generan hambrunas, o por inundaciones que arruinan las cosechas, la Cruz Roja y la Media Luna Roja dan en Malí «alimento a una enorme proporción de la población, pero nos cuesta muchísimo trabajo financiarlo», lamentó Vodoz. «Aunque para nosotros es evidente que esta población, que vive una situación trágica, necesita ayuda, a veces es difícil demostrarlo», apostilla. Quizás al «conflicto silencioso» de Malí llegue parte del premio que esta organización humanitaria, la mayor del mundo, recogerá esta tarde.

Con un presupuesto de mil millones de euros anuales, la Cruz Roja atiende «entre 60 y 70 conflictos internacionales», apuntó Olivier Vodoz. «Aunque parezca un presupuesto grande, nunca es suficiente», reconoció el vicepresidente del Comité Internacional. «Por diferentes circunstancias los precios de las materias primas se han disparado», continuó, «y los de alimentos básicos como el arroz o las alubias se han duplicado». «Probablemente tendremos déficit este año», admitió Vodoz, «pero las aportaciones de Gobiernos independientes -como el japonés o el suizo- nos permitirán cumplir nuestros compromisos», aseguró. El descenso en la aportación de los Estados europeos «aún no es significativo», añadió.

Países como España o Italia «y las poblaciones que viven en ellos nos preocupan», admitieron ambos vicepresidentes. De hecho, Cruz Roja ha activado ya líneas de ayuda a familias españolas que sufren especialmente los efectos de la crisis. «Estamos haciendo planes en el caso de que nuestros donantes europeos no puedan hacer frente a los compromisos que tienen con nosotros, pero de momento es sólo una preocupación», aseveró Vodoz. Aun así, el vicepresidente reconoció que la crisis está generando en algunos países europeos «tensiones que están empezando a ser insoportables». «Es evidente que la situación que atraviesa la mayor parte de los países europeos y las tensiones que hay a nivel social generan y van a generar conflictos», advirtió Vodoz.

«He estado viajando las últimas semanas, y puedo decirles que cada vez que voy a un país escucho de sus sociedades que la solidaridad se ha visto terriblemente afectada por la crisis mundial», aseveró el jamaicano Jaslin Salmon. «No estamos en una situación tan desesperada como cabría esperar, pero algunos donantes ya no colaboran en la medida en que lo hacían antes», añadió.

Más allá de los aspectos económicos, Vodoz y Salmon señalaron a la «independencia» de la Cruz Roja como «una de las bases de nuestro movimiento». Independencia de los gobiernos y de los grupos de presión internacionales. Una respuesta humanitaria acompañada de una respuesta armada por parte de la comunidad internacional nunca debe ser una opción, sentenció. «La seguridad es uno de los grandes retos de nuestro movimiento, y en Chechenia nos plantearon acompañarnos con fuerzas armadas, pero no aceptamos. No queremos ninguna escolta o fuerza armada», insistió.

Los trece millones de voluntarios que la Cruz Roja y la Media Luna Roja tienen repartidos por el mundo tendrán también un espacio en los actos festivos de hoy. Unos 1.400 de ellos, venidos de distintos puntos de España, acompañarán el recorrido de la Reina, de los Príncipes de Asturias y de los premiados en las calles General Yagüe y Toreno, antes de reunirse para seguir la ceremonia en el Campoamor a través de una pantalla en el Palacio de Congresos. «Su fuerza es tan importante que pueden hacer frente a los problemas, y es gracias a ellos y a nuestros colaboradores que existimos», reconoció Jaslin Salmon. «En temas humanitarios nunca estamos a refugio, hay más de 10 millones de refugiados en los caminos de África que necesitan una solución», sentenció Vodoz.