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Esperanza química contra el sufrimiento
Juan Luis Suárez, durante su intervención en el acto. / Ricardo Solís
Premio Príncipe de Asturias de la Investigación Científica y Técnica

Esperanza química contra el sufrimiento

Gregory Winter y Richard Lerner explican en Avilés sus hallazgos, que contribuyen a mitigar el dolor de enfermos crónicos como el guitarrista de «El Sueño de Morfeo», quien participó en la conferencia

Jueves 25 de Octubre de 2012
Avilés, Myriam MANCISIDOR

«Estos dos grandes científicos dan luz y esperanza a muchos enfermos que, como yo, sufrimos dolor», sentenció ayer Juan Luis Suárez, guitarrista de «El Sueño de Morfeo» y enfermo de espondilitis anquilosante, tras estrecharles la mano al biólogo Gregory Winter y al patólogo Richard Lerner, premios «Príncipe de Asturias» de Investigación Científica y Técnica. Ambos visitaron ayer por la tarde Avilés, donde ofrecieron una conferencia técnica en la que explicaron su trabajo basado en la ingeniería genética. Tanto Lerner como Winter están en la vanguardia de las investigaciones sobre el sistema inmunitario. Por eso en la Casa municipal de Cultura había decenas de personas deseosas de escuchar la teoría de estos dos hombres, que cada día con sus trabajos y el desarrollo de nuevas terapias hacen soñar a quienes sufren enfermedades degenerativas y crónicas con una vida sin dolor.

Gregory Winter (Reino Unido, 1951) y Richard Alan Lerner (Chicago, EE UU, 1938) pisaron suelo avilesino poco después de las seis y media de la tarde. La alcaldesa de la ciudad, Pilar Varela, los recibió en el Ayuntamiento parafraseando al científico asturiano y premio Nobel Severo Ochoa: «Un país sin investigación es un país sin desarrollo». «Para nosotros es un honor poder daros la bienvenida y agradeceros vuestro trabajo para que la vida sea mejor», sentenció Varela antes de invitar a los dos investigadores a firmar en el libro de honor del Ayuntamiento. Luego les regaló una infografía del casco histórico y una libreta «para anotar las impresiones de Avilés y de Asturias».

Tras la recepción oficial y bajo paraguas de color negro, los científicos se desplazaron a la plaza de Álvarez Acebal, donde recorrieron una exposición al aire libre con la que dieciséis diseñadores gráficos asturianos han querido homenajear a ambos investigadores. Los avances en la utilización de anticuerpos como herramientas terapéuticas han proporcionado nuevos métodos para prevenir y tratar desórdenes inmunes, enfermedades degenerativas y distintos tipos de tumores. En muchos casos, el empleo de anticuerpos ha mitigado el sufrimiento del paciente y ha detenido el progreso de la enfermedad.

Una vez en la Casa de Cultura de Avilés, los investigadores saludaron al guitarrista de «El Sueño de Morfeo». Juan Luis Suárez sufre una enfermedad crónica y degenerativa que causa la inflamación de las articulaciones entre las vértebras de la columna y las que existen entre la columna y la pelvis. La espondilitis anquilosante hace que, finalmente, las vértebras afectadas se fusiones. Y duele. Por eso los avances científicos son para Suárez y miles de personas en el mundo un guiño a la esperanza. «Creo que este premio es para todos los que sufrimos enfermedades inmunológicas. Valorar el trabajo que hacen estos científicos es una maravilla, son los héroes de esta sociedad, pero también hay que tener en cuenta el trabajo que realizan algunos investigadores, como López-Otín, que tenemos aquí, en casa», subrayó el guitarrista, que durante años ha hecho del dolor un compañero de viaje. Para Lerner, la intervención de Juan Luis Suárez en el coloquio fue «una gran idea».

Ya metidos de lleno en la tertulia científica, Cristina Garmendia, miembro del jurado del premio «Príncipe de Asturias» y ex ministra de Ciencia, Innovación y Tecnología con José Luis Rodríguez Zapatero, hizo las veces de moderadora. Aprovechó la ocasión para agradecer el trabajo de Lerner y Winter, «que ha supuesto una especie de revolución terapéutica casi estándar a la hora de abordar enfermedades de gran impacto». Defendió, asimismo, la «ciencia buena» -España es la novena potencia mundial-, así como la necesidad de que existan técnicos y empresas capaces de digerir los avances científicos.

Y de «ciencia buena» hablaron los premiados que mañana recogerán el premio «Príncipe de Asturias» de Investigación Científica y Técnica. El biólogo Gregory Winter explicó la estructura del ADN y las proteínas, y señaló que la mayor dificultad de sus hallazgos fue encontrar el modo de convertir anticuerpos animales en anticuerpos humanos y que éstos sean aceptados. De los primeros avances ya existen fármacos que a día de hoy benefician a enfermos de reumas, artritis, osteoporosis, esclerosis múltiple o la enfermedad de Crohn. Winter es el fundador de varias empresas de biotecnología.

El patólogo Lerner, tras superar con buen humor un pequeño fallo con el ordenador que cosechó sonrisas entre el público, hizo alusión a las «bibliotecas combinatorias de anticuerpos», y se refirió a la vacuna contra la gripe, de la que dijo: «Nunca ha habido una vacuna universal para la gripe como para otras patologías y en el futuro, probablemente, no la habrá». Con todo, la tecnología de ingeniería genética seguirá avanzando. Y con ella, la esperanza de un mundo sin dolor.