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El hándicap del buen líder
José María Olazábal, con un miembro de la asociación de africanos, en la exhibición callejera de golf. / Mara Villamuza

El hándicap del buen líder

El cuádruple campeón de la Ryder Cup señala en el Niemeyer las virtudes del director de grupos: "Integridad, honestidad y, sobre todo, respeto a quien está al lado"

Miércoles 23 de Octubre de 2013
Avilés, Saúl FERNÁNDEZ

El golfista José María Olazábal tiene madera de líder y lo demostró ayer en Avilés, donde reveló sus secretos. Ante un reducido grupo de empresarios, políticos y sindicalistas explicó las claves para lograr un buen liderazgo; ante cientos de personas, en la plaza de El Parche, exhibió sus dotes como golfista y enseñó a varios miembros de asociaciones avilesina a tener un buen "swing".

Olazábal capitaneó a la selección europea en la Ryder Cup del año pasado: Estados Unidos contra Europa. Los europeos, al final, tras una remontada espectacular de cuatro puntos, se hicieron con el prestigioso trofeo, una victoria que hizo historia y que colocó al capitán vasco en el cielo de los mejores deportistas. Un año después, Olazábal ha sido reconocido con el premio Príncipe de Asturias de los Deportes (lo recoge el viernes, en el teatro Campoamor de Oviedo). El jurado fue muy claro: Olazábal se llevaba el premio porque es "uno de los mejores golfistas de la historia, con dos Másteres de Augusta y cuatro victorias en la Ryder Cup, competición en la que también demostró su capacidad de liderazgo".

Para Olazábal, las virtudes del buen líder son evidentes: "Integridad, honestidad y, sobre todo, respeto a quien está al lado". Así fue como logró la copa Ryder. "Así logramos tirar hacia delante, cuando estamos a bordo del mismo barco, cuando tenemos el mismo objetivo", añadió el golfista. En la torre del Niemeyer, Olazábal fue el protagonista de un acto que contó con la presencia de un destacado grupo de líderes asturianos: Agustín Iglesias Caunedo, el alcalde de Oviedo; Pilar Varela, su homóloga avilesina; Severino García Vigón, el presidente de la FADE; Enrique Macián, el presidente de Du Pont; Justo Rodríguez Braga, el secretario regional del sindicato UGT; Luis Esteban, vicepresidente de la Cámara de Avilés o el presidente de Joluvi, José Luis Vigil, entre otros. "Un líder no nace, se hace. No nací sabiendo lo que sé ahora. Aprendí de mis aciertos, pero sobre todo, de mis errores", señaló el campeón.

Antes de este acto, el deportista fue recibido en el Parche por Varela. Olazábal bajó del coche y se sometió a los flashes de los fotógrafos profesionales y también al de los cazautógrafos. Varela y Olazábal subieron al salón de recepciones del Ayuntamiento de Avilés y allí Varela hizo público "el amor de los avilesinos por el deporte". Y, después, trajo a la memoria la ceremonia de entrega de los Príncipe de Asturias de 1989, cuando el golfista legendario Severiano Ballesteros se llevó el galardón que ahora recogerá su más digno sucesor: el propio Olazábal. "En 1989 también obtuvo el premio el arquitecto Oscar Niemeyer, de quien tenemos en Avilés su única obra en España", subrayó Varela. Olazábal dejó escrito en el libro de honor: " Muchas gracias por esta acogida tan cariñosa y entrañable". Luego se enfrentó a su retrato, hierro en ristre: "Se me ve muy tenso aquí", bromeó.

Cuando habló con los periodistas recordó al siempre presente Ballesteros: "Cuando él obtuvo el premio no había campos de golf municipales y eso ya no sucede ahora. Hay que seguir adelante", señaló. Y es que, reconoció, el suyo es un deporte que carga con el prejuicio del elitismos. Se refirió a los niños que practicaron golf en el campo del Parche: "Este deporte enseña valores como el sacrificio, como el respeto... es fundamental este tipo de actividades", reconoció. Los valores deportivos del golf, pues, tienen doble reflejo: en la vida empresarial, en la dirección de grupos, y en la primera convivencia.

Y Olazábal convivió un rato largo con los aficionados al golf en Avilés. Tras lo oficial, vino el juego: 26 miembros de asociaciones avilesinas contra el campeón. La primera fue la alcaldesa. Olazábal le explicó los rudimentos del deporte y le advirtió: "A ver qué me haces con este palo, que está conmigo desde hace 14 años", bromeó. Luego le tocó el turno a Alejandro Jiménez, del Secretariado Gitano, y a Cristina Pérez Gallego, de la asociación de Afectados por la Esclerosis Múltiple. Los representantes del movimiento ciudadano habían practicado minutos antes de la llegada a Avilés de Olazábal, en un campo de nuever hoyos diseñado por el Club de Golf de Los Balagares y con la promoción de la Fundación Avilesina de Deportes. El campeón no ganó no todos los hoyos.

La huella de su paso por la ciudad quedará en una foto enorme que estará colgada a partir de ya mismo en el polideportivo del Quirinal.