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La ONCE, premio a 75 años de integración
Matilde Gómez, ayer, en Oviedo. / Luisma Murias
Premio Príncipe de Asturias de la Concordia

La ONCE, premio a 75 años de integración

La Organización Nacional de Ciegos logra el galardón de la Concordia en una reñida votación por ser pionera en la lucha contra la discapacidad y ejemplo de iniciativas internacionales

Jueves 5 de Septiembre de 2013
Oviedo, E. G. / Agencias

El sábado 10 de diciembre de 1938, en un país arruinado por la Guerra Civil, el Consejo de Ministros aprobó el decreto de creación de la Organización Nacional de Ciegos. Lo que hoy conocemos como la ONCE está, por tanto, a punto de cumplir sus 75 años de existencia, bodas de diamante celebradas con antelación de la mejor forma posible, con el premio «Príncipe de Asturias» de la Concordia 2013.

Un premio, señalaba el acta del jurado, concedido «en atención a una extraordinaria labor que durante tres cuartos de siglo ha realzado la dignidad y calidad de vida, promoviendo la integración social de millones de personas con discapacidad en España».

La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) rondaba el premio «Príncipe» desde hacía años. El jurado buscó, quizá, una cifra redonda, esos 75 años de actividad, para que el premio llegara al fin en este 2013. Más de 71.000 afiliados en toda España celebraron la decisión, y muchos encauzaron ese orgullo hacia la delegación de la ONCE en Asturias. En los locales ovetenses de la calle Campoamor, la delegada regional, Matilde Gómez Casas, hablaba de un galardón «que se merece mucha gente y durante mucho tiempo», e incluía «a toda la sociedad, que ha estado y está a nuestro lado».

La ONCE Asturias está compuesta por 1.633 asociados, todos con alguna discapacidad visual. Todos los días salen a las calles asturianas 580 vendedores, no sólo invidentes. En medio de la feroz competencia de juego, «el fin del cupón de la ONCE nos distingue de los demás, nos singulariza. Por ejemplo, sirve en Asturias, entre otras muchas cosas, para dar apoyo educativo a 143 niños que lo necesitan».

Los Príncipes de Asturias remitieron ayer un telegrama al presidente de la ONCE, Miguel Carballeda, en el que ensalzan la «extraordinaria contribución» de la institución para «promover la integración social y la igualdad efectiva de derechos».

La elección, sin embargo, no fue fácil, ni mucho menos. La opción de conceder el premio a la Fundación Robert Kennedy de defensa de los Derechos Humanos contó hasta el último momento con partidarios. Y argumentos. Hubo una tercera vía, la de la Unión de Estados Africanos.

La jornada vespertina del martes, primera del jurado, dejó a la Fundación Robert Kennedy a muy corta distancia, en votos, de la ONCE, candidatura a la que se le achacaba su escasa dimensión universal, uno de los requisitos para todo premio «Príncipe de Asturias».

En el acta del jurado se recoge que la ONCE sirvió de ejemplo «a numerosas iniciativas internacionales que han seguido esta valiosa experiencia», una frase que viene a llenar posibles lagunas al respecto. Los beneficios del cupón sirven para sufragar tratamientos a niños con discapacidad visual en América latina y África, señalan los defensores de la candidatura, que había sido propuesta por Mensajeros de la Paz, Cáritas, Manos Unidas, Cruz Roja y UNICEF. Buenos padrinos desde fuera, complementados con vehementes defensores desde dentro del jurado. Y la presión surtió efecto.

El presidente del jurado, Javier Fernández, reconocía que la elección había sido «discutida», dado que concurrían «muy buenas candidaturas», que los miembros del jurado habían defendido «con racionalidad y con pasión» durante sus deliberaciones.

Directivos de la ONCE habían participado el mismo martes en un acto en la Junta General del Principado. El presidente de la ONCE, Miguel Carballeda, calificaba ayer el galardón como la consecuencia de «toda una trayectoria de lucha de muchísima gente con ceguera y discapacidad, con las que no es nada fácil vivir». El premio, añadió, «lo ha hecho posible la sociedad española. Creo que es un triunfo claro de la sociedad civil organizada en un momento muy difícil, que tiene que servirnos de ejemplo para tratar de luchar por un mundo mejor».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, transmitió su «afectuosa felicitación» a la ONCE, «que creó un modelo de prestación y mejora social y laboral extendido hoy en España y en más de cincuenta países al empleo, a la formación, a la educación y a la solidaridad, sin igual en ninguna otra parte del mundo», recuerda el jefe del Ejecutivo en el telegrama de felicitación. La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, enfatizó que «este premio es uno de los más merecidos de la historia de los galardones». El secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno, destacó que la ONCE «es solidaridad, esfuerzo, talento y compromiso».