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Teverga, «Pueblo ejemplar» en ilusión
Vecinos de Teverga, ayer, celebrando el premio delante del Ayuntamiento del concejo, en San Martín. / Luisma Murias

Teverga, «Pueblo ejemplar» en ilusión

El jurado destaca la capacidad del concejo para superar la crisis de la minería y para proteger y conservar la biodiversidad del territorio - «El gran mérito de este reconocimiento es de los vecinos y de su esfuerzo, su sacrificio y su ilusión», sostiene el alcalde, Belarmino Álvarez

Jueves 12 de Septiembre de 2013
San Martín / La Plaza (Teverga) Miguel L. SERRANO

Esas tiras con banderitas de Asturias y de España que cruzan de farola en farola advierten nada más llegar a San Martín de Teverga de que no es un día más, de que algo extraordinario ha pasado. En realidad, esos símbolos festivos son sólo restos de la celebración del día de Santiago, el pasado 25 de julio, pero han logrado sobrevivir para ser también testigos del día grande de Teverga. Porque este concejo del centro de Asturias, de menos de 2.000 habitantes, fue reconocido ayer en Oviedo con el premio «Pueblo ejemplar» 2013 por su «capacidad para superar las consecuencias de la crisis de la minería, recuperar la cultura tradicional y proteger y conservar la biodevirsidad del territorio». Al segundo intento, la Comunidad vecinal de Teverga, que así se llamaba la candidatura, consiguió imponerse a las otras treinta aspirantes (superó por un voto a Boal en la final) y releva a Bueño, vencedor el año pasado.

«El gran mérito de este premio es de sus vecinos y de su esfuerzo, su sacrificio y su ilusión», aseguró nada más conocerse el resultado Belarmino Álvarez, el alcalde de Teverga (PSOE). Álvarez es un minero jubilado reconvertido a político. Él conoce bien, por su experiencia, como muchos de sus paisanos, lo que ha tenido que sufrir este precioso enclave para salir adelante, para disfrutar de días como el de ayer, para ser, por una vez al menos, el punto de mira de toda Asturias.

Porque hace más de veinte años, exactamente en 1992, Teverga se quedó huérfana de su principal motor económico: la minería. Buena parte de sus habitantes perdió su empleo y también las esperanzas. Entonces, el concejo tuvo que resetearse por completo para afrontar una de las reconversiones más duras de Asturias. Buscó alternativas socio-económicas y tiró hacia adelante. El caso es que pasó el tiempo, pero lo consiguió. Con muchas dificultades, pero lo consiguió. Los vecinos se unieron en asociaciones (hoy hay más de veinte) y empezaron a trabajar en una dirección. Potenciaron el turismo rural (hay cinco hoteles y 17 establecimientos de alojamiento rural) y creció la importancia de la ganadería, los dos pilares que actualmente sustentan a una comarca que ayer aplaudió, por fin, sus más ansiados fuegos artificiales.

«Aquí nadie es más que nadie», resume a las puertas de la Colegiata Enrique Álvarez, el joven párroco (32 años) que lleva las 15 iglesias de la zona. Porque la sensación que da Teverga es, sobre todo, de solidaridad. De gente que se ayuda, que tiene claro que predomina el bien común. «Estas personas han trabajado mucho para sacar esto adelante. Se lo merecen. En su día nos llevamos un golpe tremendo y hemos salido adelante a base de esfuerzo. De luchar mucho. Lo que valen realmente son las personas», añade Belarmino Álvarez, sonriente, empapado en champán.

Por eso hoy, muchas de esas sonrisas tapan sufrimiento y desesperación. Como la de Juan José Gutiérrez Alonso, 62 años en el pueblo. Él también fue uno de los afectados por el cierre de la minería. «De repente, te encuentras sin nada. Y te desesperas. Fue una especie de depresión social. Y no te queda otra que arrimar el hombro, que fue lo que hicimos», cuenta. «Ese espíritu de solidaridad no lo encuentras en ninguna otra parte», interviene Elena García, que lleva más de 30 años viviendo en la zona. «Hubo momentos muy críticos», añade Antonio Calzón, de 54 años, gerente del hotel La Posta. «No salió la vena luchadora, sabíamos que no podíamos dejar esto morir por nuestros hijos», añade.

«Por fin nos van a situar en el mapa», se felicitan los vecinos del concejo

Niños como Luz Calleja, de 13 meses, o Marcos Suárez, de 8 años, o Jimena García, de 5. Todos ellos tenían ayer la mirada perdida por el inusual ajetreo que había en su pueblo. A ellos les tocaba sujetar los papeles para la foto, y allí estaban quietos, obedientes. Los mayores, entre culín y culín, se felicitaban, se abrazaban, y contaban que, «quien más quien menos», se lo esperaba. Consuelo García, de 43 años y propietaria de la carnicería Basi, aceleraba su reflexión: «Esto es la bomba, va a tener un tirón muy grande». Y ese era el sentir de la mayoría. «Ahora ya nos van a situar en el mapa, somos la gran desconocida de Asturias», apuntaba Celia Pérez, de 55 años. «Por Teverga no se pasa, aquí se viene», describía Rosario Álvarez, impaciente por llamar a Bahrein para contarle a su hija, en aquel país trabajando, la noticia.

«La gente no sabe dónde está Teverga. Piensa que es muy lejos y sólo nos separan 44 kilómetros de Oviedo», agregaba Marina Alonso, presidente de la Asociación de Hosteleros de Teverga. «Vivir aquí no lo cambiaría por nada. Hay libertad, independencia, tranquilidad», apuntaba Javier García, de 28 años. «No hay nadie que venga aquí y no repita», añadía Alonso.

Las próximas personalidades ilustres en visitar el concejo serán, posiblemente el sábado 26 de octubre, los Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia. «Les diremos que aquí nadie de la prensa les va a molestar y que pueden pasar unos días tranquilos respirando un Paraíso Natural», explicaba Celia Pérez, que todavía recuerda la visita de la Infanta Elena a una boda hace varios años. «No podemos dar más que gracias. Es un premio que nos merecemos», resumía Celso Peyroux, el cronista oficial.