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Serra anima a los artistas jóvenes a no rendirse al mercado

Jueves, 21 de octubre

El escultor estadounidense Richard Serra ha emplazado hoy a los artistas jóvenes a seguir buscando nuevas formas de experimentación y a transgredir con sus obras sin rendirse a las exigencias de una "industria cultural" que mueve ingentes cantidades de dinero y califica el arte "por su valor de mercado".

Serra ha ofrecido una conferencia de prensa en Oviedo, donde el "rey del acero" recibirá mañana el premio Príncipe de Asturias de las Artes "por su innovadora visión al integrar los espacios urbanos a través de una obra que invita a la reflexión".

El artista ha apuntado que "vivimos en una cultura consumista y el arte se ha convertido en uno más de los intercambios de ésta hasta no distinguirse de la moda".

Serra ha lamentado que se haya perdido la "interacción" existente entre artistas de generaciones anteriores a la llegada de la que ha denominado "industria cultural".

Nacido en San Francisco, de padre mallorquín, el escultor ha asegurado sentirse parte de una tradición de artistas que consideran que "la vida es un nanosegundo y, si se va a hacer alguna contribución, hay que ser obsesivo con ella".

Serra visitó España por primera vez en 1966 cuando disfrutaba de una beca en Florencia (Italia) y se sentía "frustrado" en su intento de acercarse a la pintura abstracta, disciplina que abandonó debido a la influencia que tuvo en su visión del arte la contemplación de "Las Meninas", de Velázquez, en el Museo del Prado.

"Velázquez me miraba a mí, yo me veía implicado en el espacio. El cuadro era una especie de pantalla, de cortina invisible desde la que la familia real te miraba y convertía al espectador en una proyección del espacio del cuadro. Te conviertes en alguien implicado, en parte de la pintura", ha señalado.

La visión de "Las Meninas", ha recordado, le hizo dejar de pintar tras plantearse si sería "capaz" de hacerlo de esa manera, de implicar al espectador en la obra como después lo lograron en el ámbito de la escultura artistas como Julio González o Pablo Picasso.

Su obra, ha precisado, siguió esa tendencia, esa búsqueda del objetivo de que la obra se sitúe "en igualdad de condiciones" con el público y con los lugares que ocupa, lo que requería "quitar el pedestal" en el que estaba la escultura.

A su juicio, la influencia de la sociedad de consumo, agravada por las dificultades derivadas de la actual crisis, ha llevado a retomar la idea ya explorada "del pedestal", pero se ha mostrado convencido de que los artistas jóvenes siempre han encontrado en la historia "la forma de transgredir, de seguir inventando aunque haya guerras mundiales o depresiones económicas".

Serra se ha confesado más interesado en la interacción de su obra con el espacio que la rodea que con la mera manipulación de la forma de un determinado material, en su caso el acero, del que dice que es necesario entender su "lógica" para sacarle todo su potencial.

Así, se ha mostrado partidario de que el arte "bueno o malo" esté presente en espacios urbanos, aunque ha admitido que gran parte de las obras que se exhiben en lugares públicos no pasan de ser "una mera decoración, un pequeño barniz", que no siempre están en el contexto adecuado por la estructura arquitectónica donde se ubican.

Serra participará esta tarde en un foro con artistas en LABoral Ciudad de la Cultura, en Gijón, donde le gustaría conocer la obra de Eduardo Chillida "Elogio del Horizonte", a la que se aproximó a través de la película de Woody Allen "Vicky Cristina Barcelona"

En alusión a este autor, el artista estadounidense ha considerado "impresionante y sorprendente" que "una pequeña parte de España" como el País Vasco haya dado dos escultores "de calibre internacional" como Chillida y Jorge Oteiza.

Agradecido a España, con la que ha tenido una relación continua desde hace décadas por el apoyo que le ha dado para trabajar, Serra ha confesado desconocer de dónde procede su creatividad: "Quizá venga en el ADN o quizá tenga que ver con mi madre judía", ha concluido. EFE