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Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales

Mujer, filósofa y feminista

Las diez capacidades básicas para un digno funcionamiento humano

Jueves 17 de Mayo de 2012
Capitolina Díaz, Profesora de Sociología de la Universidad de Oviedo

Martha C. Nussbaum: mujer, filósofa y feminista. De las tres características que señalo a la hora de bosquejar la figura de la recién premiada con el «Príncipe de Asturias» de Ciencias Sociales, la primera y la tercera cualidad no son frecuentes entre quienes reciben estos galardones. Bienvenidos sean estos atributos en las listas de las personas premiadas, porque informan de la amplitud de miras y de la variedad de perspectivas del jurado.

Hay una relación reflexiva y circular entre la entidad que concede un premio y la persona premiada: si la entidad que concede el reconocimiento tiene prestigio, contagia ese prestigio a la persona premiada. Si la persona premiada goza de prestigio previo, traslada ese prestigio a la entidad. En el caso de Martha C. Nussbaum y los premios «Príncipes de Asturias», el prestigio es alto por las dos partes, por lo que la sinergia entre ambas resulta positiva. Esta vez, el premio se ha otorgado a una pensadora que sostiene que «el pensamiento político y económico internacional debe ser feminista». Este hecho, por una parte, prestigia y legitima la perspectiva feminista aplicada a las ciencias sociales, pero, por otra, le da a la institución asturiana un aire de modernidad no excluyente que en este campo no se había hecho visible hasta ahora.

Cuando se trata de mujeres es muy importante considerar la mencionada relación reflexiva del prestigio porque, con frecuencia, a lo dicho o hecho por una mujer no se le reconoce el mérito que en justicia le corresponde hasta que a un hombre y/o una institución con prestigio se lo otorgan. Esto ha pasado con la aportación más conocida de Martha C. Nussbaum: el enfoque de las capacidades humanas. Ha sido preciso que su ex marido, el admirado premio Nobel de Economía Amartya Sen, compartiera tal enfoque y, en parte, lo utilizara en sus análisis para que esta perspectiva teórica haya sido reconocida y valorada, apareciendo ahora unida al nombre de ambos.

En estos momentos de ajustes económicos y cuestionamientos de nuestros derechos sociales es especialmente bienvenido un premio como éste. Martha C. Nussbaum, a partir de su enfoque de las capacidades humanas, establece la definición de mínimo social básico -ese mínimo de bienestar del que disfrutaba la mayoría de la población de los países afectados por la crisis y que está a punto de perderse ahora, a causa de los errores financieros y políticos de las castas más poderosas de nuestras sociedades.

Martha C. Nussbaum define como capacidades centrales para el funcionamiento humano aquello que la gente es capaz de hacer y ser con la dignidad propia del ser humano. Y entiende que la política y la economía han de servir para que las personas desarrollen y ejerzan dichas capacidades. Permítanme que las enumere, ya que, sin duda, han influido no sólo en que organismos internacionales las incorporen en sus planteamientos, sino también en el hecho mismo de la concesión del premio «Príncipe de Asturias» de las Ciencias Sociales a la galardonada. Son diez: 1. La vida. 2. La salud corporal. 3. La integridad corporal. 4. El sentido, la imaginación y el pensamiento. 5. Las emociones. 6. La razón práctica. 7. La afiliación. 8. Las otras especies. 9. El juego. 10. El control del propio entorno.

A través del desarrollo de las capacidades centrales para el funcionamiento humano y del concepto de mínimo social básico, Martha C. Nussbaum da la vuelta a los indicadores que miden o cualifican a los países. Así, introduce como método adecuado para conocer cómo le va a un país en comparación con otro el uso de las comparaciones de calidad de vida -cómo de bien le va realmente a la gente- en lugar de otras mediciones estándar como el PIB per cápita.

Felicitamos desde aquí a la señora Nussbaum porque la concesión de este premio supone un triunfo de su constante compromiso con la defensa de su filosofía: la de la universalidad de los mínimos sociales básicos y de las capacidades humanas. La de la universalidad de la dignidad humana frente a argumentaciones culturalistas que la reducen. Esta universalidad que ella plantea a partir de sus estudios sobre la población de India se entiende y se reconoce en premios internacionales en cualquier lugar del planeta.

Felicitamos también al jurado del premio «Príncipe de Asturias» de las Ciencias Sociales porque ha sabido premiar a una pensadora cuya obra puede arrojar luz sobre los caminos adecuados para salir de la situación actual. A la hora de adoptar las graves decisiones que se están tomando en este momento histórico, debe escucharse a Martha C. Nussbaum decir que cada persona es un fin y (añado yo) no un medio para reducir el déficit. Así, tal vez, la orientación de esas decisiones variaría.